Número 128 (enero 2023)

¿Cuánto tengo que cobrar como ‘freelance’?

Txell Costa

¿Cómo calculo mis tarifas si soy autónomo/a? ¿Cuánto puedo cobrar, sin resultar excesivo y, al mismo tiempo, llegar a final de mes? Estas son algunas de las muchas preguntas que se nos plantean cuando nos hacemos autónomos. Un tema pesado y poco sexi, a priori. Pero es un peaje básico que hay que pagar si queremos construir un negocio rentable (sí, negocio, empresa: que no te dé miedo denominarlo así, porque eso de llamarlo proyecto evidencia el miedo que nos da la responsabilidad de emprender).

Y no, no te daré la solución ni te diré cuánto tienes que cobrar exactamente, porque depende de cada caso. Apunta:

 

  • Costes personales según tu estilo de vida y que determinarán tu sueldo (casa, suministros, veterinario, pienso, televisión de pago, la ropa de los niños…)
  • Costes profesionales. Atención, en este punto solemos escatimar en exceso y a correr así riesgos. Hay que tener en cuenta:
    • Cuota de autónomos.
    • Gestoría.
    • Abogados.
      • Hay que legalizar los datos que pasarán por nuestras manos (emails, teléfonos…).
      • Contratos con clientes y proveedores. ¿Sabes que un cliente insatisfecho te puede denunciar? Con un contrato, estableces límites y te proteges.
      • Avisos legales en la web: por ley, cualquier portal se tiene que identificar.
    • Seguro de responsabilidad civil. ¿A que tu coche está cubierto por un seguro por si alguna vez le pasa algo? Es importante que tu negocio también lo esté.
    • Web (dominio, alojamiento, diseño y programación, excepto si te dedicas a esto, claro).
    • Creación de tu marca, que se plasmará en un logo, fotografías…
    • Local (si tienes).
  • Beneficio que quieres obtener.
  • Un 20 % por ahorro/reinversión (por si hay que renovar el ordenador, contratar a alguien, etc.).

 

Cálculo de la tarifa: valor y precio

 

Cuando tienes este listado hecho, lo puedes dividir por las horas que trabajas y sabrás tu precio por hora. Teniendo en cuenta que, si trabajas 8 horas, no todas son para hacer trabajo con clientes. Ahora no eres técnico/a, eres empresario/a, así que habrá horas no facturables que dedicarás a marketing, presupuestos, atención al cliente, formación, investigar tendencias y a la competencia, así como a innovar y sacar nuevos productos o servicios para estar al día, etc.

 

Mi mecánico cobra 65 euros la hora. Hace mil años que tiene el negocio –así que tiene todas las inversiones más que amortizadas–, no tiene página web ni hace marketing (con el boca a boca le basta, de hecho, siempre hay cola), no tiene equipo… Vamos, que seguramente tiene muchos menos costes que tú y mira qué tarifas.

 

Quizás piensas: «Pero si calculo las tarifas así, cobrando realmente todas las horas que trabajo –de hecho, como sucede cuando alguien trabaja por cuenta ajena–, nadie comprará mi producto ni me contratará». ¿Seguro?

 

Piensa en el smartphone más pijo y conocido que te puedas imaginar: a las seis de la tarde ya no tiene batería. Pero lo seguimos comprando, creyendo que es el mejor teléfono del mercado.

 

O en el café de las cápsulas que anuncian famosos: todo el mundo lo ha consumido en algún momento de su vida, ¿no? Y eso que no es barato en absoluto.

 

O seguro que conoces un restaurante que siempre está lleno, y no es precisamente económico.

 

Valor emocional y valor económico

 

En estos tres casos, el valor emocional o simbólico es superior al económico. Nos da igual si hay cola, si es caro: lo queremos sí o sí, lo necesitamos. ¿Por qué? Porque estas marcas saben conectar con la gente, saben generar vínculos y solucionar un problema que nos afecta.

 

Si no conectas con un «punto de dolor de la gente», es cuando compites por precio, o cuando eres una pijada prescindible en caso de crisis.

 

Nutre el valor emocional, la experiencia que rodea tu marca, y deja de vender tiempo, o de posicionarte por precio . Aprende a comunicar bien todo lo que aportas, a desmarcarte de la competencia, a enfocarte en los resultados (que es lo que la clientela valora) y no en el cómo. Porque, si quieres una empresa ética, donde puedas ganar un sueldo digno sin trabajar mil horas, no puedes competir por precio ni ser barato. Porque en el Estado español no hay tanto volumen de población como para moverse también por volumen, y porque ser barato es cortoplacista y no te da margen para reinventarte.

 

¿Quieres más? Lleva separadas las cuentas de vida y trabajo (en la primera cuenta es donde ingresarás un sueldo, más pequeño durante los primeros años porque necesitas reinvertir más en el negocio), calcula con alguna herramienta a qué dedicas las horas que trabajas e intenta cobrar siempre que puedas por adelantado.

 

Nota para economistas

 

Este artículo ha sido redactado con voluntad práctica por alguien de letras puras, purísimas, pero que hace más de quince años que paga autónomos. Disculpad el atrevimiento.

 

Citación recomendada

COSTA, Txell. «¿Cuánto tengo que cobrar como ‘freelance’?». COMeIN [en línea], enero 2023, no. 128. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n128.2304

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