Número 157 (septiembre de 2025)

¿Qué impulsa a profesionales del diseño a hacer un doctorado?

Lluc Massaguer

En un artículo publicado en el número 148 de COMeIN, escribía sobre qué impulsa a profesionales del diseño a ser docentes. En mi investigación constante para conocer y entender mejor el perfil de diseñadores y diseñadoras, esta vez me pregunto qué les impulsa a adentrarse en un doctorado y lo hago todo hablando con tres diseñadoras para que me expliquen su experiencia al respeto.

Para llegar a entender el fenómeno, esta vez me he basado en la experiencia de compañeras de profesión. Este artículo se tiene que entender, pues, como una aproximación personal más que como una investigación en sí misma. Me tomo este texto como una respuesta, en formato escrito, a la pregunta que alguna vez me han hecho colegas de profesión sobre si merece la pena, o no, invertir energía en hacer un doctorado.

 

He hablado con tres mujeres que me han ayudado a dar respuesta a esta cuestión. Se trata de Núria Vila, directora creativa, diseñadora gráfica y docente, que se está planteando hacer el doctorado; Irma Marco, artista, diseñadora, doctora en Bellas artes, profesora e investigadora en la UOC, y Dácil Roca, concept artist en producciones de animación, doctora en Artes y profesora colaboradora en la UOC.

 

¡Manos a la obra, pues!

 

Desde el diseño, ¿qué nos impulsa a interesarnos en un doctorado?

 

Las tres coinciden a decir que el doctorado es una vía para abrir puertas a seguir como profesoras en la universidad, tarea que ya habían iniciado antes. Tienen vocación docente y relacionan el hecho de doctorarse con tener más posibilidades de estabilizarse en la academia. Tanto Irma como Dácil han consolidado su posición como docentes universitarias tras doctorarse.

 

Dácil añade que también hay un componente de aportación significativa a la sociedad desde la disciplina creativa, más allá del trabajo comercial, que, aunque relevante –dice–, es bastante solitario. Núria incorpora la idea de validar la investigación que ya está haciendo como profesional. Lo que le gusta es investigar y experimentar, pero una tesis le ayudará a saber que lo que hace sigue un proceso del todo riguroso.

 

¿Qué nos aporta el doctorado, como diseñadores/oras?

 

Tanto Irma como Dácil, una vez doctoradas, continúan vinculadas a la práctica del diseño, fuera de las aulas, hecho que les ha ayudado a aportar su experiencia desde el ámbito profesional a la academia y al revés. Han trazado una línea entre ambos entornos, enriqueciéndolos mutuamente.

 

Cómo dice Dácil, las dos dimensiones (la académica y la creativa) pueden retroalimentarse de manera muy rica si se encuentran los puentes adecuados. Por otro lado, le ha permitido aprender y especializarse mientras investiga en profundidad temas que le apasionan y que pocas veces tienen espacio en los entornos laborales del sector creativo. Añade que ha podido incorporar herramientas para articular mejor sus ideas e investigar de manera rigurosa, tanto en entornos docentes como en equipos más profesionales, enriqueciendo su capacidad crítica, de análisis y de resolución de problemas.

 

¿Y en el ámbito personal?

 

Para Dácil ha sido toda una experiencia (dura y larga, pero muy valiosa). Ha ganado en constancia y determinación. El proceso de investigar con profundidad y sostener un proyecto a largo plazo, continúa, le ha dado más confianza y le ha hecho más resiliente.

 

Irma destaca que el doctorado le ha hecho conectar con personas afines con las cuales puede hacer red, y también ha enriquecido su práctica artística. Dácil también habla de conexión, pero con ella misma, tanto con sus pasiones como con sus obsesiones.

 

Y aquí, yo misma añado algunos aspectos más, a partir de mi experiencia. El doctorado te obliga a gestionar la incertidumbre y lo desconocido. De hecho, justamente una tesis doctoral sirve para descubrir aquello que desconocemos y abrir nuevos caminos entre aquello que ya han escrito otros investigadores e investigadoras y nuestra aportación. Aprendemos a estructurar aquello que tenemos en mente: sistematizar, definir objetivos claros, temporalizar nuestras acciones, definir los «qué», los «por qué», los «cómo» y los «cuándo». Nos obliga a estar abiertas a nuevas miradas, a dejar atrás nuestros prejuicios y a autorrevisarnos. En el camino aprendemos a añadir rigor a aquello que explicamos y a cómo lo hacemos. Colaboramos con otros agentes, de todo tipo (investigadores/oras, profesionales de otras disciplinas, ciudadanía...), hecho que nos abre las puertas a conocer otras experiencias y puntos de vista. Cultivamos la paciencia, aprendemos a disfrutar de la espera y nos acostumbramos a cuestionar todo aquello que nos rodea.

 

Todo ello no solo nos ayuda en el ámbito académico, sino que también lo podemos aplicar a nuestra actividad profesional, así como a nuestra vertiente más personal.

 

Recomendaciones para diseñadores/as que están pensando hacer un doctorado

 

Dácil recomienda que, si queremos cursar un doctorado, elijamos un tema que realmente nos apasione y que conecte fuertemente con nuestros valores, porque será un camino muy largo y, muchas veces, tortuoso. Y, sobre todo, que busquemos una comunidad de apoyo (colegas, mentores, redes de investigación…). Hacer un doctorado en soledad –afirma– es muy complicado.

 

Irma asegura que desarrollar una tesis es una experiencia muy recomendable. Hay muchos mitos sobre la dificultad de hacer un doctorado, pero, si hay una buena planificación, se escoge un tema que nos interese y se acota bien –dice–, se disfruta.

 

Si una vez has leído este artículo te animas a iniciar un doctorado, en la UOC, dentro del Programa de Doctorado de Humanidades y Comunicación, tenemos diversas líneas de investigación que abrazan el diseño –entre ellas, Estudios de diseño; Estudios críticos sobre cultura digital, diseño y comunicación en red, o Sostenibilidad, storytelling y diseño– a las que puedes adherirte.

 

Gracias, Núria, Irma y Dácil por compartir vuestras experiencias en este artículo. Hacer un doctorado, como hemos visto, es enriquecedor, motivador y, sí, también, requiere mucha energía y tiempo, pero abre puertas académicas y profesionales, nos ayuda a potenciar varias competencias aplicables en muchos ámbitos, también en el creativo, y nos hace crecer tanto en el ámbito académico como en el profesional y personal.

 

Para saber más:

MASSAGUER, Lluc. «¿Qué impulsa a profesionales del diseño a ser docentes?». COMeIN [en línea], noviembre 2024, no. 148. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n148.2473

 

Imagen de portada:

Fotografía de Siora Photography / Unsplash.

 

Citación recomendada

MASSAGUER, Lluc. «¿Qué impulsa a profesionales del diseño a hacer un doctorado?». COMeIN [en línea], septiembre 2025, no. 157. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n157.2558

investigación;  diseño;  gestión del conocimiento;  comunicación y educación;