Número 154 (mayo de 2025)

Cafés ‘cuquis’: diseño, turismo y gentrificación

Gemma San Cornelio

¿Quién paga cuatro euros por un café en un establecimiento cuqui?, preguntaba una amiga. ¿Quién prefiere un raquítico brunch a un buen almuerzo por el mismo precio? Pues, está claro: los turistas y los mal denominados expats (puesto que su expatriación no ha sido forzosa sino fruto del capitalismo global y extractivo). En este artículo me gustaría unir dos ideas anteriormente desarrolladas en esta revista: el problema actual de la vivienda y el papel del diseño en la reorganización de las ciudades. Todo ello atravesado por otro problema: el de la gentrificación turística.

Hasta hace relativamente poco tiempo, la forma más conocida de expulsión de los habitantes originarios de determinados barrios era la denominada gentrificación. A partir de políticas para la regeneración urbana, zonas antes deterioradas se revalorizan y nuevos habitantes de mayor poder adquisitivo se instalan en ellas, desplazando a los originarios que no pueden asumir ese nivel de vida. Es difícil señalar ciudades que no hayan sufrido algún tipo de gentrificación en sus barrios: desde Barcelona a Lisboa, pasando por São Paulo.

 

El diseño desempeña un papel crucial en la gentrificación, ya que puede influir en la transformación de los barrios y en la dinámica social y económica de las comunidades. Por un lado, el diseño arquitectónico y urbano actúa en la revitalización de áreas supuestamente deterioradas, así como en la creación y mejora de espacios públicos. Es igualmente relevante el papel del diseño de la identidad visual y el branding, ya que el diseño gráfico y la identidad visual de un barrio pueden influir en su percepción.

 

La gentrificación turística

 

Estos ámbitos son prácticamente los mismos en los que el diseño interviene en los denominados procesos de turistificación: diseño urbano y arquitectónico, y, en el ámbito visual, a la imagen corporativa se le añade un énfasis en la señalética, ya que la comunicación visual ayuda a guiar a los turistas y mejorar su experiencia. Así como el diseño gráfico y la identidad visual de una ciudad son fundamentales en las campañas de marketing turístico, imágenes atractivas y mensajes claros pueden aumentar la visibilidad de la ciudad y atraer a más turistas.

 

El proceso de turistificación implica una adaptación progresiva de los establecimientos para los turistas, transformación que afecta a horarios, precios, idiomas de atención e incluso al tipo de productos expuestos. No obstante, la conversión de la vivienda en una nueva mercancía turística es una de las manifestaciones más genuinas del proceso actual de turistificación y también su más grave consecuencia, teniendo en cuenta que ahora mismo es el problema más importante para la sociedad española, de acuerdo con el Eurobarómetro (2024).

 

Así pues, teniendo en cuenta que ambos fenómenos están relacionados, Gotham (2005) utiliza por primera vez el término de «gentrificación turística», definido como un desplazamiento de la población originaria también presionada por la proliferación de lugares de entretenimiento y otros vinculados más o menos al turismo en el que la población residente se sustituye por una no población, entendida como una población muy móvil y sin vínculos de permanencia con ese espacio (Sorando y Ardura, 2018).

 

La estética de la ‘turistificación’

 

En términos de diseño, se trata de paisajes turísticos a nivel de escena urbana fácilmente reconocibles en todas partes del mundo. Son, en cierto sentido, paisajes de la globalización, en su dimensión más banal y estética más deteriorada (Calle, 2020, pág. 20). Especialmente en los centros ocupados por las franquicias de restauración internacionales que contribuyen a esta imagen urbana deteriorada, con fuerte presencia de elementos turísticos que generan ruido visual.

 

También existe otro tipo de estética, más depurada, como la presente en los cafés y otros establecimientos que presentan una idéntica paleta de colores neutros y materiales, acompañados por una misma carta de productos a precios desorbitados. De este modo, como reacción en contra de este proceso de diseño deliberadamente estandarizado (cuqui), ¿deberíamos reivindicar la estética del viejo bar de barrio? ¿Por qué consideramos que el diseño es para los que vienen a ocupar los espacios de la vecindad?

 

Debates sobre diseño y regeneración urbana

 

Esta fue una de las cuestiones planteadas en el marco del congreso «Expandiendo los márgenes» en una de las ponencias, Making places through design, que trató sobre el diseño en proyectos de regeneración urbana, dado que una de las consecuencias colaterales de mejorar los espacios urbanos es que a veces aparece la gentrificación turística. Si el objetivo era mejorar la vida de las personas y, de hecho, esto sucede cuando estos espacios son apropiados para la ciudadanía para la cual fueron diseñados, ¿dónde está entonces el punto en el que algo bienintencionado se acaba torciendo?

 

Está claro que hay otros factores que operan en estos procesos (la ubicación, la composición social del barrio, etc.) y lo convierten en un asunto muy complejo. No podemos culpabilizar al diseño por mejorar la vida de las personas, pero está claro que estas transformaciones expulsan atrayendo nuevos negocios y a residentes (fijos o flotantes) que cambian radicalmente el paisaje humano.

 

El turismo y la gentrificación se articulan a partir de las políticas urbanas: las decisiones sobre zonificación, incentivos fiscales y regulaciones de construcción. Y en su ejecución, el diseño desempeña un papel. Papanek afirmó que «el diseño intenta que las personas compren cosas que no necesitan con dinero que no tienen para impresionar a personas a las que no les importa» (2006, pág. IX). Esta visión del diseño es la que influye en el fomento de eventos y actividades culturales, al igual que la creación de infraestructura específica para el turismo, como hoteles, restaurantes y tiendas.

 

Y para evitarlo, las políticas deben cambiar. En este sentido, el diseño se debe posicionar en beneficio de los movimientos sociales que reivindican todos estos cambios. Desde acciones concienciadoras como las que recoge De la Jara (2019) en Perú, hasta otras formas de activismo, que tengan como objetivo la regulación de esta actividad y de sus consecuencias en términos habitacionales. Los próximos años serán decisivos en este cometido.

 

Para saber más:

CALLE VAQUERO, Manuel de la (2019). «Turistificación de centros urbanos: clarificando el debate». Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, n.º 83, págs. 1-40. DOI: http://dx.doi.org/10.21138/bage.2829

DE LA JARA NOVOA, Andrea Lucía (2019). «El papel del diseño de la información en la comprensión de los efectos de la gentrificación de los barrios populares del Perú». Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC) [en línea]. Disponible en: http://hdl.handle.net/10757/626469

EUROBAROMETER (2024). «Youth survey 2024». Eurobarometer, [en línea]. Disponible en: https://europa.eu/eurobarometer/surveys/detail/3392

GOTHAM, Kevin Fox (2005). «Tourism gentrification: The case of New Orleans’ Vieux Carre (French Quarter)». Urban Studies, vol. 42, n.º 7, págs. 1099-1121. DOI: https://doi.org/10.1080/00420980500120881

PAPANEK, Victor (2006). Design for the Real World: Human Ecology and Social Change. 2.ª ed. Londres, Inglaterra: Thames & Hudson [en línea]. Disponible en: https://monoskop.org/images/f/f8/Papanek_Victor_Design_for_the_Real_World.pdf

SORANDO, Daniel; ARDURA, Álvaro (2018). «Procesos y dinámicas de gentrificación en las ciudades españolas». Papers. Regió Metropolitana de Barcelona. Territori, estratègies, planejament, n.º 60, págs. 35-47 [en línea]. Disponible en: https://www.raco.cat/index.php/PapersIERMB/article/view/339239/430199

 

Imagen de portada:

Foto de Afta Putta Gunawan / Pexels.

 

Citación recomendada

SAN CORNELIO, Gemma. «Cafés ‘cuquis’: diseño, turismo y gentrificación». COMeIN [en línea], abril 2025, no. 153. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n154.2532

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