Número 129 (febrero 2023)

El ‘coaching’ en comunicación: una formación necesaria

Rosario Santa María

La pandemia ha dejado pocas cosas buenas, pero una de ellas ha sido la de posicionar la comunicación como una herramienta fundamental dentro de las organizaciones. En un momento en el que no podíamos acudir a la oficina o lo hacíamos con restricciones, se pudo constatar que la comunicación es esencial a la hora de propiciar la colaboración y la implicación imprescindibles para el buen funcionamiento de cualquier entidad.

En muchas profesiones nos pasamos casi el 70 % del tiempo comunicándonos: escribiendo, leyendo, hablando y escuchando. Y yo añadiría que la comunicación, sobre todo, es vital para quienes ocupan puestos directivos. Pero la pregunta es: las figuras directivas, sean de la generación que sean, ¿tienen las habilidades comunicativas necesarias para ejercer el puesto que les han confiado? Y otra cuestión más: ¿tienen las habilidades comunicativas necesarias para acceder a puestos de incluso mayor responsabilidad?

 

Tal vez muchas de estas figuras directivas tienen habilidades innatas, pero otras pueden presentar carencias, porque la comunicación no suele formar parte de los programas educativos. Necesitan, por tanto, aprender y, sobre todo, entrenar.

 

Yo relaciono el coach deportivo (entrenador) con el ámbito académico, porque la persona que ha recibido una formación en comunicación también necesita practicar, para no olvidar lo aprendido a los pocos días. No resulta sorprendente, pues, que agencias y profesionales incluyamos programas de coaching en comunicación en el abanico de servicios que ofrecemos.

 

Formación personalizada

 

En mi caso, por ejemplo, la formación que brindo se adapta de forma muy personalizada a las necesidades del cliente (casi siempre figuras directivas) y puede ir desde la capacitación para redactar un post en LinkedIn hasta la formación de portavoces que le preparará para hablar en público con aplomo y acierto. Es, por tanto, una formación en comunicación 360º, porque incluye la comunicación externa, interna, digital, escrita, verbal y no verbal, y en un contexto de comunicación descendente, ascendente y cruzada. Esta formación también se adapta a la marca personal del discente y al estilo comunicativo de su organización.

 

La denominación de coaching en comunicación también responde al hecho de que, en mis sesiones, incorporo aspectos genéricos del coaching. Así, por ejemplo, defiendo que, tras un bloqueo a la hora de hablar en público, puede haber una creencia limitante que podemos trabajar con pensamientos positivos o visualizaciones que nos empoderen. O también que, antes de una conferencia, una buena respiración consciente nos puede ayudar a darla más relajadamente. De hecho, entiendo que el coaching aplicado a la comunicación es fundamental para conseguir unos resultados óptimos.

 

En cada formación, trabajamos aquello que la figura directiva requiere. Si en unos días tiene una intervención muy importante ante los medios de comunicación y quiere prepararla conmigo, empezamos revisando los conocimientos teóricos sobre la mejor manera de afrontar una interacción de este tipo y, a continuación, la ponemos en práctica a modo de ensayo. Tales ensayos se graban y después los visionamos conjuntamente, para poder identificar los progresos respecto a sesiones anteriores y también algunos aspectos de mejora. Al cabo de unos días, cuando ya ha llevado a cabo su intervención real ante los periodistas, me intereso por el modo en que ha vivido esa situación y su feedback nos aporta pistas valiosas sobre los avances realizados en el proceso de aprendizaje, lo cual también me permite evaluar la calidad de mi propuesta formativa.

 

Por supuesto, antes de comenzar la colaboración, se firma un acuerdo de confidencialidad para garantizar que toda la información que el cliente pueda compartir durante la formación no salga de allí. Entre sesión y sesión, además, actúo como el coach deportivo, aportando ayuda y motivación para propiciar que lo aprendido se consolide y se mantenga la predisposición a seguir desarrollando las propias habilidades comunicativas.

 

No en vano, la comunicación es hoy por hoy una de las soft skills más importantes, junto con otras como la resolución de problemas o el liderazgo, competencias cuyo ejercicio también requiere, a su vez, de la comunicación (saber transmitir ideas, ser asertivo, saber expresarse escrita y oralmente y escuchar de manera activa). Por lo tanto, es evidente que el coaching en comunicación se ha convertido en una formación más necesaria que nunca.

 

Citación recomendada

SANTA MARÍA, Rosario. «El ‘coaching’ en comunicación: una formación necesaria». COMeIN [en línia], febrero 2023, no. 129. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n129.2312

comunicación y educación;  relaciones públicas;  gestión del conocimiento; 
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