El año 2024 volvió a poner en el foco de atención el debate en torno a la responsabilidad en los social media. Y es que –aunque las redes sociales nos ofrecen muchas posibilidades y opciones de comunicación– la apertura de la participación pública, el gran alcance que pueden obtener los mensajes y la facilidad de consumo de los formatos que circulan en estas plataformas nos sitúan ante nuevos riesgos. Todo un reto con muchísimas derivadas.
Los últimos meses del año 2024 asistimos a gestos insólitos e inesperados como reacción a lo sucedido en una plataforma social. Seguramente solo con esta pista ya muchas personas sabrán que se trata del abandono de los perfiles en X que anunciaron importantes medios de comunicación, junto a otras instituciones.
Publicación en Instagram de ‘The Guardian’
Fuente: Instagram
Entre las razones esgrimidas se apuntaron, entre otras, la desinformación, los sesgos y la polarización, o el incremento de la toxicidad en la conversación mantenida en esta plataforma. Este movimiento es especialmente significativo por parte de compañías informativas que en los últimos años han desarrollado estrategias para conseguir emplear los social media a su favor, atrayendo a nuevas audiencias o redirigiendo el tráfico a sus páginas. Esto último, puede resultar cada vez más complicado cuando los algoritmos que contribuyen a la visibilización de los contenidos penalizan aquellos mensajes que incluyen enlaces y que, por tanto, hacen que los usuarios salgan de sus perfiles para visitar otros espacios. En todo caso, el movimiento realizado por estas empresas e instituciones se evidenciaba como un gesto claro para que el debate sobre la responsabilidad de las plataformas no decaiga.
En este contexto también se ha apuntado la relajación en las medidas o normas de moderación desde que Elon Musk se hiciera con la red social anteriormente conocida como Twitter. La defensa de la libertad de expresión ha sido uno de los argumentos empleados por el empresario para tomar estas decisiones. No obstante, aunque sea un derecho fundamental, este no es absoluto y, por tanto, algunas limitaciones resultan legítimas. E aquí otro punto de debate: si las plataformas deben poner controles o no a lo que circula a través de ellas. Este debate se reactiva cuando se intentan adoptar nuevas medidas legislativas que regulen este contexto que evoluciona tan rápido.
Gobiernos y plataformas sociales
La responsabilidad vuelve a ponerse en el centro cuando hablamos de grupos vulnerables como los menores. Aquí se podría señalar en este 2024 en España el anteproyecto de Ley Orgánica de Protección de los Menores de Edad en los Entornos Digitales, aprobado en junio por el Consejo de Ministros, y que, entre otras cuestiones, persigue aumentar la edad para dar consentimiento con respecto al tratamiento de datos personales (y, por tanto, crearse una cuenta) de los 14 a los 16 años. La propuesta incluye otro elemento que lleva a exigir responsabilidades a las plataformas, en tanto que deben implementar sistemas para verificar la edad que realmente funcionen. En la actualidad, la realidad lleva a que pueda resultar relativamente fácil superar estos controles.
La relación entre gobiernos y plataformas sociales en muchas ocasiones genera tensiones y que tanto unos como otros reaccionen de formas contundentes para lograr sus objetivos. Un ejemplo claro de ello son las restricciones que se presentan con relación al empleo de TikTok argumentando motivos de seguridad. De hecho, en varios países se ha prohibido su instalación en los dispositivos móviles oficiales de miembros del Parlamento, autoridades e incluso funcionarios. En EE. UU., este año ha traído una medida que pretende prohibir el uso de TikTok si esta no vende sus operaciones en el país a otra compañía que le resulte más confiable al gobierno norteamericano. Si bien la compañía ha intentado paralizar dicha medida utilizando la vía judicial, parece no estar encontrando el apoyo necesario, por lo que en este inicio de 2025 resultará interesante ver cómo evoluciona esta cuestión.
Otro gobierno que está adoptando diferentes iniciativas para regular las responsabilidades de las compañías tecnológicas, entre las que se encuentran los social media, es el australiano. De hecho, al cierre del año recién acabado sorprendía con el anuncio de una tasa si estas empresas no cerraban acuerdos con los medios de comunicación para poder publicar sus noticias. Lo recaudado por este impuesto se repartiría, según lo anunciado, entre empresas periodísticas siendo así una ayuda para el desarrollo de su labor informativa.
Publicación en X de ABC News
Fuente: X
Todo apunta a que en 2025 el binomio “social media y responsabilidad” continuará en el centro del debate.
Para saber más:
EL MUNDO (2024, diciembre). «Un tribunal de EEUU respalda la ley que podría prohibir TikTok y la compañía recurre a la Corte Suprema». El Mundo, [en línea]. Disponible en: https://www.elmundo.es/tecnologia/2024/12/06/67532d84e9cf4a2f208b459f.html
LA MONCLOA (2024, junio). «Referencia del Consejo de Ministros». La Moncloa, [en línea]. Disponible en: https://www.lamoncloa.gob.es/consejodeministros/referencias/Paginas/2024/20240604-referencia-rueda-de-prensa-ministros.aspx#menores
Citación recomendada
MARTÍNEZ MARTÍNEZ, Silvia. «‘Social media’ y responsabilidad en el centro del debate». COMeIN [en línea], enero 2025, no. 150. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n150.2501
Profesora de Comunicación de la UOC
@smtez