En el número 99 de COMeIN, correspondiente a mayo de 2020, publiqué unos breves apuntes titulados «Festivales de cine y crisis sanitaria: pronósticos imposibles». En el momento de escribir aquellas líneas, el aplazamiento del Festival Internacional de Cine de Cannes dejaba claro que la pandemia había provocado cambios radicales en el mundo de los grandes eventos presenciales, específicamente en aquellos relacionados con el mercado y la cultura del cine. La industria cinematográfica parecía vivir en 2020 una de las encrucijadas más desafiantes de su historia.
El pasado mes de octubre, el cineasta alemán Werner Herzog visitó Barcelona para ofrecer una clase magistral en el marco del Serielizados Fest, el festival de series de televisión fundado por los creadores de la revista en línea del mismo nombre.
En los últimos meses, algunos investigadores de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC nos hemos propuesto aportar nuestro grano de arena al conocimiento sobre el impacto de la actividad de Netflix en el panorama de la industria y los contenidos del audiovisual contemporáneo. En las líneas que siguen compendio las investigaciones emprendidas por el claustro de los estudios sobre distintos aspectos relacionados con el gigante del streaming.
En 2020, la película de Robert Wiene El gabinete del doctor Caligari cumple cien años. Y los aniversarios redondos –más cuando alcanzan las tres cifras– son una invitación a festejar con intensidad. No es extraño, entonces, que un festival de cine fantástico de referencia mundial, como es el Sitges – Festival de Cine Fantástico de Catalunya, decidiera dedicar su 53 edición a la influencia y a la vigencia del primer gran clásico de cine fantástico y de terror.
Hace unos meses, con Editorial UOC, publiqué mi libro La imaginación tangible. Una historia esencial del cine de animación, que, como su título indica, es un repaso a las películas esenciales de la historia del cine animado. La crisis sanitaria ha impedido que los libros publicados entre febrero y junio se hayan presentado en sociedad como se solía hacer hasta ahora, en compañía de amigos y lectores potenciales, y los ha dejado en un limbo del que solo meses después, poco a poco, parece que están saliendo. Quizá haya llegado el momento de presentar el libro a los lectores que ocasionalmente me leen en COMeIN, si los hubiera.
Pocas horas antes de la redacción de estas líneas, el Festival de Cannes, el encuentro cinematográfico más importante del mundo, emitía un comunicado oficial en el que anunciaba de que el aplazamiento inicialmente anunciado (de mayo a finales de junio) resultaba imposible de llevar a cabo. Además, en su nota dirigida a la prensa, la dirección afirmaba que, «en estos momentos, se hace difícil pensar que el Festival de Cannes pueda organizarse este año en su formato original».
Uno de los temas relacionados con la historia de la comunicación a los que se presta poca atención es el del espacio que ocupan, transforman o crean los medios. Tomemos el ejemplo de la televisión. Su implantación implicó una transformación del espacio, incluso la construcción de entornos físicos especialmente diseñados para su desarrollo. No nos referimos a la infraestructura de telecomunicaciones necesaria para transmitir sus contenidos, sino a la colonización literal del espacio físico, a su imbricación en el tejido mismo de la realidad cotidiana.
La 52 edición del Sitges - Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya, que se acaba de celebrar hace apenas un mes, ha sido, como cada año, un muestrario de las principales tendencias del género. Caracterizado por ofrecer las formas expresivas más arriesgadas y las mutaciones más sorprendentes de la ficción contemporánea, el festival proporciona también, en cada edición, aportaciones destacadas del campo del documental.
Buñuel en el laberinto de las tortugas es uno de los grandes triunfos del cine de animación español de los últimos años, una obra destinada a perdurar. Nacida en cómic en 2008 de la mano de Fermín Solís, ilustrador y autor de historieta nacido en la provincia de Cáceres, Buñuel en el laberinto de las tortugas narra el rodaje de Las Hurdes. Tierra sin pan, el documental sobre la comarca cacereña realizado por Luis Buñuel tras sus dos primeras obras, en las que se había revelado como uno de los grandes del surrealismo cinematográfico.
En el momento de escribir estas líneas, los visitantes acuden al Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) para apurar las últimas horas de Stanley Kubrick, la que ya se ha convertido en la exposición más visitada en la historia del centro. El éxito de esta exposición muestra con claridad que la creación cinematográfica, cuando está bien explicada, sigue despertando el interés de los públicos de la cultura “en vivo”.