Golpista, inútil, veleta, felón, caricato, traidor, carcelero, aprendiz de brujo, hipócrita, sectario, irresponsable, chantajista y farsante son algunas de las lindezas que los líderes políticos se han intercambiado estos últimos meses. Con tales antecedentes, resulta difícil imaginarlos sentados en la misma mesa de negociación e ilusorio esperar que lleguen a algún acuerdo.
Estos últimos meses están siendo emocionalmente intensos por muchos motivos. Uno de ellos, la definitiva explosión del movimiento colectivo que confronta lo que vivimos ya con el nombre de emergencia climática; en definitiva, que nos confronta con nuestro futuro inmediato y el de las próximas generaciones. Las acciones y reacciones en torno a Extinction Rebellion, la denominada huelga por el clima y la popularidad creciente de Greta Thunberg son el punto de partida de toda una serie de pensamientos, sentimientos y conflictos que me asaltan como ciudadano, comunicador, padre y académico implicado en el estudio de la cultura popular y las narrativas digitales. Esto es lo que quiero compartir con vosotros en este artículo.
El pasado 3 de octubre tuvo lugar la Innovation Summit 2019 Europe, organizada por The Economist Events. El evento puso en evidencia cómo la aceleración del progreso tecnológico está imponiendo una creciente necesidad para las empresas de asumir nuevas competencias en materia de gestión de la innovación. En este artículo, revisamos los principales temas que se trataron en el encuentro, en especial el marco geoestratégico en el que la innovación tecnológica está ganando importancia.
Estoy sentada en el travesaño de una letra hache inmensa, capitular. Balanceo los pies como en un columpio, mientras observo el mar aparentemente calmado de las palabras alineadas que me esperan ahí abajo. No sé qué me voy a encontrar, pero, en cuanto baje, me sumergiré en cada detalle, me fijaré en el orden de los adjetivos, en los puntos y coma que ya nadie ve y ojalá pueda deslizarme por el trazo de alguna ilustración como si fuera un tobogán.
O lo que es lo mismo, igualdad y solidaridad en un contexto comunicativo que ofrece posibilidades para la reivindicación y el activismo contra del sistema patriarcal. Oportunidades sí, pero también un entorno en el que se difunden discursos de odio y se reacciona contra aquellas personas que aprovechan los nuevos canales para visibilizar, sensibilizar y denunciar la violencia y la desigualdad por cuestiones de género. En estas líneas, nos centramos en reconocer el uso de los social media para dar voz a nuevos actores y difundir el mensaje a más colectivos.
Recordarán los tiempos en que nos regalaban camisetas «de propaganda», eufemismo –¡intolerable!– usado comúnmente para referirse a la publicidad. Camisetas de algodón, de corte ancho según las normas dictadas por la moda de los ochenta y los noventa, coloridas y con letreros gigantes que gritaban la marca a los cuatro vientos. Que levante la mano el que alguna vez tuvo una.
En la primera entrega de este artículo, vimos que los líderes políticos no están particularmente motivados para pactar, porque, a menudo, piensan que la desafección generada por la reiteración de comicios puede beneficiarles electoralmente y porque, en cualquier caso, la culpa del fracaso negociador tiende a difuminarse. En esta segunda entrega, seguimos analizando las razones que nos han abocado a la nueva cita electoral del próximo 10 de noviembre.
La pregunta del millón de dólares está clara: ¿cómo debemos darle la vuelta a la comunicación digital? ¿Cómo una marca ha de reconducir la situación para volver a poner al consumidor en el centro?
Gran parte, por no decir la totalidad, de las políticas universitarias y de las diferentes agencias de calidad utilizan insistentemente el factor de impacto para evaluar la calidad de los investigadores y las investigadoras, así como de los grupos de investigación, para medir su productividad y/o para conceder las diferentes acreditaciones, aumentos de categoría o financiación.
Después de tres ediciones de la Jornada Almanzora Comparte, donde hemos aprendido cómo compartir conocimiento y experiencias, llega el momento de poner en práctica dichos aprendizajes. Para ello, nos hemos propuesto utilizar la dinámica de la hackatón. ¡Todo un reto!