Olas de calor cada vez más intensas, frecuentes y duraderas. Devastadores incendios, sequías, temperaturas récord… Lenta pero inexorablemente la tierra nos avisa de que está cansada. «Lasciate ogni speranza voi ch’entrate» («Abandonad toda esperanza quienes aquí entráis»), decía la inscripción a las puertas del infierno donde inician su viaje Dante y Virgilio, en La divina comedia. Y a nosotros, ¿qué esperanza nos queda? Del aparente paraíso de la globalización, llegamos ahora a las puertas de nuestro particular infierno. Europa arde, el mar se calienta, el agua escasea.
Afortunadamente, desde hace ya algún tiempo, las informaciones sobre ciencia e investigación son habituales en los medios de masas, especialmente cuando abordan cuestiones relacionadas con la innovación tecnológica, el cambio climático o la salud mental. Sin embargo, también es habitual el silencio o la marginación, en esos mismos medios y en las publicaciones especializadas o académicas, cuando algunos trabajos científicos cuestionan los intereses de sectores poderosos como el agroalimentario, el tecnológico o el farmacéutico. El pasado agosto un artículo de CTXT daba cuenta de uno de estos casos.
Hay tres tecnologías que marcarán el futuro de la práctica del diseño: la inteligencia artificial, la neuroinformática y el blockchain. No son cápsulas cerradas y monolíticas, están vinculadas a procesos tecnológicos complejos. Además, debemos enfrentarlas o permearlas con tres procesos socioculturales actuales que también están revolucionando la sociedad: la crisis medioambiental, los feminismos y las comunidades de práctica. Si no realizamos este ejercicio de contraste, de las nuevas tecnologías solo podremos dar una versión limitada y carente de un espacio crítico de reflexión.
En el número 99 de COMeIN, correspondiente a mayo de 2020, publiqué unos breves apuntes titulados «Festivales de cine y crisis sanitaria: pronósticos imposibles». En el momento de escribir aquellas líneas, el aplazamiento del Festival Internacional de Cine de Cannes dejaba claro que la pandemia había provocado cambios radicales en el mundo de los grandes eventos presenciales, específicamente en aquellos relacionados con el mercado y la cultura del cine. La industria cinematográfica parecía vivir en 2020 una de las encrucijadas más desafiantes de su historia.
Antes de hacer el listado de libros que no tendré tiempo de leer durante las vacaciones, tenía pendiente echar un buen vistazo a Infocracia: la digitalización y la crisis de la democracia, el reciente libro de Byung-Chul Han. Ciertamente, estos libros que son una compilación de breves artículos/capítulos a veces tratan los temas con poca profundidad, pero en cambio permiten transmitir una idea destacada en cada una de las piezas. El filósofo coreano describe y se muestra crítico con algunos aspectos de la sociedad, a los que llama infocracia.
El 1 de junio de 2022, en el edificio de la Fundación Telefónica, en Madrid, se celebró el seminario «Loot Boxes: Nuevos retos de la industria del videojuego», organizado por el Ministerio de Consumo del Gobierno español. El acto transcendió a los medios de comunicación por un anuncio realizado por el ministro de Consumo, Alberto Garzón: la preparación de una ley en España, «pionera a Europa» (sic), para regular las loot boxes, o cajas de botín en castellano, en los videojuegos.
La palabra vacaciones ya surge en cada conversación y se hace la cuenta atrás de los días restantes para la desconexión. Sin embargo, los medios de comunicación no cierran, ya que la actualidad informativa continúa, aunque la política y los deportes bajan el ritmo –y sabemos que llenan muchas páginas de tinta y muchas horas de emisión a lo largo del año. ¿Qué tipo de noticias se publican durante julio y agosto? ¿Qué contenidos les gustaría más leer y escuchar a la audiencia y lectores?
Si aceptamos que la publicidad se basa en la creatividad; la creatividad, en las ideas, y las ideas, en la resolución de problemas, estaríamos incurriendo en una sinécdoque conceptual, ya que no contemplaríamos el ciclo de vida completo de dichas ideas. Cómo se venden, ergo, cómo se compran y, a la postre, cómo se cuentan las ideas es un camino que parece haber trascendido desde la mesa de reuniones hacia espacios de encuentro de las marcas con sus públicos, en un creciente ejercicio narrativo, persuasivo y metapublicitario.
Hace unos días aparecieron varias noticias relacionadas con la creación de imágenes con inteligencia artificial. Particularmente, se trata del software DALL-E y de su versión ligera DALL-E mini (que acaba de reconvertirse en Craiyon). Ambos son capaces de generar imágenes a partir de un texto. Curiosamente, coincidían con algunos eventos sobre arte digital, como el festival y congreso ISEA, celebrado recientemente en la ciudad de Barcelona.
Cada fondo de archivo personal nos explica toda una serie de historias que van mucho más allá de la figura de su creador, su actividad profesional, el periodo histórico en el que esta se desarrolló o el impacto que tuvo en la sociedad de la que formaba parte. Y esto es lo que se quiere desgranar en las próximas líneas, las pequeñas historias escondidas detrás de este fondo de archivo de uno de los arqueólogos y prehistoriadores catalanes más destacados de inicios del siglo XX.