Hace unos meses, con Editorial UOC, publiqué mi libro La imaginación tangible. Una historia esencial del cine de animación, que, como su título indica, es un repaso a las películas esenciales de la historia del cine animado. La crisis sanitaria ha impedido que los libros publicados entre febrero y junio se hayan presentado en sociedad como se solía hacer hasta ahora, en compañía de amigos y lectores potenciales, y los ha dejado en un limbo del que solo meses después, poco a poco, parece que están saliendo. Quizá haya llegado el momento de presentar el libro a los lectores que ocasionalmente me leen en COMeIN, si los hubiera.
Os presentamos, a continuación, la segunda parte de la entrevista que mantuvimos con Adolfo Blanco Lucas, CEO de A contracorriente Films, sobre la huella que dejará la crisis de la COVID-19 en la industria del cine y sobre el impacto de las plataformas de SVOD en el mercado nacional. Y más en concreto, sobre la iniciativa Sala Virtual de Cine, que pusieron en marcha a principios de abril con el preestreno de la película Vivarium.
La COVID-19 ha obligado a cancelar o posponer una gran cantidad de eventos. Otros están siendo rediseñados con la ayuda de la digitalización. Los eventos virtuales pueden ser una alternativa para el sector, pero deben planificarse considerando sus características específicas. En este artículo se proponen quince aspectos para tener en cuenta a la hora de diseñar un evento virtual.
Hablamos sobre el significado, la maquinaria y la puesta en marcha de los festivales de música tras del parón por la COVID-19 con Joan Vich, programador artístico del Festival Internacional de Benicàssim (FIB) entre 2007 y 2019, actual director de Ground Control Management y Monkey Brain, y organizador del Cuarentena Fest.
A raíz de la crisis sanitaria de la COVID-19, la investigadora y becaria predoctoral Alkim Erol reflexiona sobre el impacto que el confinamiento estricto ha generado en nuestra sociedad. Estar expuestos a las tecnologías de la información y la comunicación dejó de ser una opción para convertirse en una necesidad perentoria. De este modo, puede haberse acelerado, justificado y apuntalado el advenimiento del llamado Surveillance Capitalism (capitalismo de vigilancia), la tendencia que convierte en mercancía nuestros datos personales.
Desde todos los frentes se grita «Sí a la bicicleta». Por diversos motivos, como el cambio climático, la tendencia en los sistemas de movilidad urbana en las ciudades se decanta hacia nuevos caminos alejados del universo automóvil. Sin lugar a duda, la pandemia actual acelera algunos procesos en curso y abre nuevas e interesantes ventanas de oportunidad. Ahora depende de la visión política la posibilidad de cristalizar avances hacia una movilidad sostenible y más humana, o bien de regresar a la «vieja normalidad» que diezma cada vez más nuestro entorno vital y llena las ciudades de máquinas de emisiones CO2.
Os presentamos la primera parte de la entrevista que mantuvimos con Adolfo Blanco Lucas, CEO de A contracorriente Films, sobre la huella que dejará la crisis del COVID-19 en la industria del cine, sobre el impacto de las plataformas de SVOD en el mercado nacional y sobre las nuevas formas de celebrar festivales y mercados en el entorno digital. Y en concreto sobre cómo es el BCN Film Fest que se celebra este año entre el 25 de junio y el 2 de julio en los Cines Verdi de Barcelona.
En estos días de pandemia y confinamiento, se ha disparado el consumo de entretenimiento en la red. Mientras se multiplican las propuestas creativas online de artistas u organizaciones de la industria digital, los espacios tradicionales del arte, como los museos, los cines, el teatro o la música en directo, experimentan la agonía de las salas cerradas y el temor de un futuro incierto en cuanto a su continuidad. La tragedia del virus ha dejado al descubierto, todavía más si cabe, la fragilidad del sector de la cultura, mientras se dibujan en el horizonte nuevas maneras de consumirla en un mundo postpandemia.
En estos días de pandemia y confinamiento, se ha disparado el consumo de entretenimiento en la red. Mientras se multiplican las propuestas creativas online de artistas u organizaciones de la industria digital, los espacios tradicionales del arte, como los museos, los cines, el teatro o la música en directo, experimentan la agonía de las salas cerradas y el temor de un futuro incierto en cuanto a su continuidad. La tragedia del virus ha dejado al descubierto, todavía más si cabe, la fragilidad del sector de la cultura, mientras se dibujan en el horizonte nuevas maneras de consumirla en un mundo postpandemia.
La cultura ha sufrido de formas muy distintas, dolorosas, y no siempre visibles, el parón global de este confinamiento. La música, por supuesto, también: lanzamientos discográficos, salas de conciertos y de baile, giras, estudios o festivales son lo más llamativo; también sectores fácilmente olvidados como las orquestas, y multitud de oficios más allá de los músicos, por ejemplo los equipos técnicos, siempre en la sombra. A la vez, la música se ha convertido para muchas personas en compañero indispensable en el confinamiento, porque quizás es la forma de expresión que más impregna nuestra biografía. Muestras hay muchísimas; aquí compartiré algunas, fruto de mi experiencia estas semanas.