Son días complejos. Días en los que asistimos a un ruido de noticias, datos aterradores, escenarios de futuro angustiosos, y donde intentamos sobrevivir a la infodemia (sobreabundancia de información) que la OMS ya anunciaba el 2 de febrero. Nunca como hasta ahora habíamos hablado tanto de fake news (noticias falsas) o desinformación ligada no a procesos electorales, sino a supervivencia y a combatir una crisis de salud pública y emergencia global como es la pandemia producida por el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad respiratoria COVID-19.
El peor escenario en el que se puede encontrar la movilidad urbana no es ninguno de los que hemos vivido a lo largo de los años: el tráfico vial debido a la saturación de vehículos en la urbe, el mal diseño de las vías urbanas o la falta de financiamiento del transporte público. El verdadero límite se encuentra en la prohibición de moverse en la ciudad. El grado cero de la movilidad, el fin de ella. Circulación 0.
La crisis sanitaria causada por el COVID-19 está poniendo a prueba el delicado engranaje de nuestra organización social. Cierre de fronteras, escuelas y calles vacías, escasez de suministros, estupor y desorientación. Para vencer la fase de contagio del coronavirus se recomienda no salir de nuestras casas y evitar el contacto con los demás. Una pandemia que nos obliga a aislarnos, pero también a reivindicar el cuidado mutuo y la fraternidad como único antídoto posible a una dolencia que nos afecta a todos y que solo juntos podremos superar.
Las marcas son vulnerables, igual que las personas. Sufren las consecuencias de las crisis económicas y, como estamos viendo en plena pandemia del COVID-19, tampoco escapan a crisis sanitarias. Tienen que ocuparse de campañas canceladas, eventos postergados, importantes oscilaciones de ventas… y algunas, además, estarán pendientes de la gestión de su reputación en redes, simplemente por llamarse, sí, Corona.
Aún pendientes de que Infoadex (fuente de referencia en el control cuantitativo y cualitativo de la actividad publicitaria en España) publique las cifras de inversión en publicidad del pasado mes de diciembre, todo apunta a que, si no ha sido 2019, será 2020 el primer año en que la inversión registrada en medios digitales en nuestro país supere la del medio televisión.
La crisis sanitaria, social y comunicativa global que conocemos como la crisis del coronavirus tiene escasos precedentes. Y evoluciona de tal manera que lo que escriba a día de hoy puede haber dado un giro significativo en cualquier momento. Como en las buenas historias. Y esta es la aproximación que quiero darle en este artículo de COMeIN: centrarme en algunas manifestaciones de la crisis en las redes sociales, en forma de historias, ficcionadas o no.
El término medialidad y aquellas formas derivadas que se obtienen anteponiéndole diferentes prefijos comienzan a consolidarse como neologismos en nuestro idioma para definir nuevos conceptos relativamente útiles en el ámbito de la comunicación digital. Este artículo se plantea clarificar los diferentes significados que integra esta familia terminológica de creciente uso.
Las redes sociales y las plataformas digitales se han convertido en escenario de campañas electorales y pueden ser determinantes para ganar o perder unas elecciones. Estados Unidos son un referente, sobre todo, después de la «Revolución Obama». Los países más democratizados están tentados a imitar su modelo, que, además, convierte el panorama preelectoral en un auténtico espectáculo. Pero ¿cómo se traduce esta influencia en la realidad? ¿Las campañas electorales se están americanizando?
Tertulias radiofónicas que silencian la voz femenina, los espacios y la opinión de los diarios son exclusivamente masculinos, y en los platós de televisión vemos escenas muy parecidas. La visibilidad de las expertas es casi inexistente, o minoritaria, pero se perciben pequeños cambios –desde el primer informe 2016-2017 y sobre todo en medios públicos–, aunque todavía estamos muy lejos de la igualdad de género en los medios de comunicación. #Onsónlesdones [#Dóndeestánlasmujeres] es un proyecto que cuantifica la presencia de las mujeres en los medios de comunicación con el objetivo de conseguir –como mínimo– la paridad.
Rosa Vallverdú, responsable del Servicio de Accesibilidad de TV3, es entrevistada por la profesora Judith Clares-Gavilán en el marco del proyecto de investigación «EU-OS Patrimonio cultural inmaterial. Para un programa europeo de subtitulado en lenguas no hegemónicas» (CSO2016-76014-R), del grupo Estudos Audiovisuais de la Universidad de Santiago de Compostela.