El pasado verano leí Dune (Herbert, 1965) a cuarenta y dos grados a la sombra. Durante la lectura deseaba cambiar la camiseta y los pantalones cortos por uno de los artefactos de supervivencia de la novela: los destiltrajes de los frémen, perfectamente adaptados al clima desértico del planeta Dune. Vivir un verano postsequía como el que hemos tenido en nuestro planeta nos debería hacer reflexionar sobre las condiciones climáticas, tal como Frank Herbert lo hace en su novela. A continuación, comparto mi reflexión, explorando un objeto creado por el autor como ejemplo de diseño-ficción, y comparándolo con otros prototipos que exploran la crisis climática más allá del mundo literario del autor.
Le Corbusier publicó en 1924 La ciudad del futuro, una obra fundamental del planeamiento urbano y rural moderno. El libro subraya el crecimiento incontrolado de las ciudades y propone los principios básicos de lo que considera la ciudad del futuro. En 1965 Jean-Luc Godard presenta la película de ciencia ficción Alphaville, un ícono del movimiento nouvelle vague en la que el director francés nos presenta una ciudad futurista bajo la trama de un agente secreto enviado a Alphaville para asesinar al fundador de la ciudad, el científico conocido como profesor Von Braun.
Hace unos días, la compañera Silvia Martínez escribió un primer artículo sobre la desinformación alrededor de la nueva guerra entre Israel y Palestina, y cómo se ha hecho un llamamiento renovado a las plataformas y redes sociales para que hagan lo máximo (y más aún) para evitar que la desinformación incremente la dificultad de cualquier salida no violenta.
El documental es un género que rezuma realidad y verdad per se. Joan Gonzàlez es uno de los profesionales que lo conoce mejor. Es el fundador y director del DocsBarcelona, el festival de documentales que tiene lugar cada mes de mayo en la Ciudad Condal. También es el ideólogo de una nueva plataforma audiovisual que busca introducir, sin matices, el documental dentro del mundo educativo: Nextus.
El primer Seminario de Estudios Culturales de GAME (Grupo de Investigación en Aprendizajes, Medios y Entretenimiento) permitió poner en común proyectos, debates e ideas alrededor de un campo de investigación que permite articular el pensamiento con la intervención política y social. La ponencia principal corrió a cargo de Toby Miller, que puso sobre la mesa los elementos para definir los estudios culturales a partir de dos autores: el filósofo Bruno Latour y el historiador Roger Chartier.
Las nuevas tecnologías no solo ofrecen un control inédito sobre nuestras vidas, sino que condicionan las conductas. La nueva fiebre contemporánea por las narrativas apocalípticas se diferencia de una tradición que es tan antigua como lo son la literatura, el cine y la radio por un hecho escalofriante: las formas apocalípticas actuales se producen en la esfera de lo real o, incluso, la superan mediante tecnologías como los videojuegos o la inteligencia artificial.
En el marco del proyecto de investigación titulado EsDigital: Educación social digital, del Programa Estatal de Generación del Conocimiento, hemos elaborado un libro blanco sobre competencias digitales para docentes interesados en la temática. El Libro Blanco: competencias en educación social digital orientadas a una ciudadanía digital y la participación juvenil puede descargarse libremente aquí.
El pasado 19 de octubre tuvo lugar la VI edición de la Jornada Almanzora Comparte, la tercera en formato hackathon. La Escuela del mármol de Fines, centro de referencia nacional y excelente anfitriona, volvió a acoger a medio centenar de agentes clave de la comarca del Almanzora en los ámbitos institucional, empresarial y social para intercambiar ideas y experiencias, identificar oportunidades y realizar propuestas para impulsar esta región.
Cómo se fabrican, cómo se difunden y cómo se pueden identificar las noticias falsas son tres grandes cuestiones que encuentran su respuesta, en parte, en la exposición Fake News. La fábrica de mentiras. El recorrido de la exposición empieza en la antigua Roma y acaba con las inteligencias artificiales (generativas) y deep fakes actuales. El punto de inflexión se produce con la irrupción de internet y de las redes sociales, puesto que desde entonces la explosión desinformativa ha ido in crescendo.
En los últimos tiempos, cada gran acontecimiento informativo ha sido bombardeado por bulos y mentiras. Los intereses detrás de estos ataques con fake news pueden ser variados y, aunque resulta difícil medir sus efectos, es evidente el impacto que tienen en la sociedad, en su capacidad de actuar y decidir. La guerra en Israel no está exenta de la escalada de noticias falsas, mientras la UE se pone a prueba en su intento por lograr un alto al fuego que detenga las campañas de desinformación.