Entre los días 27 y 29 de noviembre del recién cerrado 2024 se celebró en la Universitat Jaume I de Castellón el I Congreso Internacional de Creadoras en el Audiovisual: Una habitación propia: un nombre propio, dentro del cual tuvo también lugar la V Jornada de Cine LGTBIQA+. Además de conferencias y proyecciones centradas en las representaciones desde la perspectiva de género, los referentes en el cine LGTBIQA+ y la autoría femenina en el audiovisual, tuvieron lugar diálogos muy sugerentes con cineastas como Jaione Camborda, directora de O corno (2023), o productoras como María Zamora, Premio Nacional de Cinematografía 2024.
El año 2024 volvió a poner en el foco de atención el debate en torno a la responsabilidad en los social media. Y es que –aunque las redes sociales nos ofrecen muchas posibilidades y opciones de comunicación– la apertura de la participación pública, el gran alcance que pueden obtener los mensajes y la facilidad de consumo de los formatos que circulan en estas plataformas nos sitúan ante nuevos riesgos. Todo un reto con muchísimas derivadas.
La industria de la música en directo ha experimentado una transformación sin precedentes en los últimos años. En un mundo pospandemia, los conciertos y festivales han dejado de ser simples eventos para convertirse en experiencias inmersivas y personalizadas. Desde la implementación de precios dinámicos hasta el auge de los festivales de nicho, los cambios en la industria están moldeando no solo la accesibilidad de los eventos, sino también la percepción de valor por parte del público, pero ¿cuál es el rumbo?
La ciencia es, por su propia naturaleza, un vasto campo de indagación. Es libre y avanza a la velocidad del pensamiento humano. Sin embargo, como fenómeno sociocultural y universal, no puede existir sin el apoyo, ya sea directo o indirecto, del Estado. Se requieren fondos y recursos para los descubrimientos que nos ayudan a comprender mejor el mundo que nos rodea.
Entre todas las dudas y debates sobre si continuar en la red Twitter/X, me encuentro reflexionando sobre mi propia decisión. No porque mi decisión sea relevante, sino porque bebe de un posicionamiento ligado a mis áreas de investigación. Sí, me fui de Facebook (o lo dejé ir). Sin embargo, en ese caso, no fue por posicionamiento ideológico.
En la primera parte de este artículo, siete eduinfluencers nos explicaron qué las inspira a la hora de compartir contenido educativo en las redes sociales, qué retos les plantea esta práctica, cómo eligen las temáticas abordadas y cómo garantizan la rigurosidad de dichos contenidos. En esta segunda y última entrega, esas docentes dan respuesta a las tres preguntas que completan la entrevista realizada por la autora.
La agenda mediática, que históricamente ha seleccionado los temas que son importantes para la audiencia, se ha visto desplazada en gran medida por las redes sociales. Las noticias de guerras y catástrofes naturales quedan ocultas y pierden actualidad rápidamente, a pesar de su continuidad y vigencia informativa. Desgranamos algunos de los factores que hacen que esto ocurra, como, por ejemplo, la fatiga informativa, la necesidad constante de nuevas historias y la carencia de confianza en los medios. Para concluir, proponemos cinco rutinas para velar por un periodismo de calidad.
Desde que abrí mi Instagram profesional (@unaprofesorademurcia) he consumido mucho contenido educativo que no solo me ha ayudado en mis clases, sino que también me ha inspirado a la hora de crear mi propio contenido. Este artículo nace del interés en conocer qué hay detrás de las personas que, como yo, sienten la necesidad de compartir la profesión docente.
¿Qué pesa más, un kilo de paja o un kilo de plomo? Con esta pregunta solemos engatusar a los niños para darles una explicación sobre la diferencia entre peso y volumen. Cuando alguien responde que un kilo de paja pesa más que uno de plomo, supuestamente lo hace valorando su volumen, que, visualmente, es más elevado.
Crecer de forma escalada a través de soluciones creativas es el mantra del growth hacking, una metodología que cientos de negocios (digitales) aplican actualmente para aumentar sus ventas. Más que una simple amalgama de herramientas y técnicas, esta metodología nace de la necesidad de encontrar formas creativas de crecimiento que superen los métodos tradicionales de marketing. No se trata solo de trabajar en un canal o disciplina, sino de alinear todos los esfuerzos hacia un objetivo común, desarrollando tácticas que integren diversas áreas de trabajo.