En un artículo previo, a raíz del éxito del film El 47, repasábamos el insuficiente trabajo que ha hecho el cine para explicar la ciudad de Barcelona en las últimas décadas. Este déficit se entiende, en parte, por la función que otras artes y técnicas visuales asumieron desde la Transición hasta hoy. Es el caso del vídeo y la televisión, en sus diferentes expresiones más o menos institucionalizadas, así como el de la fotografía en el ámbito más artístico. Aun así, fue el diseño –en un sentido integral: como disciplina comunicativa, como gremio y como sello de identidad– lo que realmente explicó Barcelona. Otra cosa es de qué forma y con qué espíritu crítico lo hizo.
Claude Barras es una de las figuras esenciales de la animación europea. Nacido en Sierre (Suiza) el 19 de enero de 1973, estudió ilustración en la École Émile Cohl y antropología en la Universidad Lumière, en Lyon. Su primer largometraje, La vida de Calabacín (Ma vie de Courgette, 2016), fue aclamado por la crítica y el público internacional, y obtuvo múltiples reconocimientos, incluyendo una nominación al Oscar. Ahora presenta su segundo largometraje: Salvajes.
El próximo 11 de febrero (11F) se celebra el Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia. Hace solamente 10 años que fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas; concretamente, el 22 de diciembre de 2015. El objetivo de dicha celebración es el de promover el acceso y la participación plena y equitativa de las mujeres y las niñas en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (las conocidas como STEM) y recordar que su participación debe ser fortalecida a nivel global.
La dicotomía entre lo analógico y lo digital hace tiempo que está diluida en nuestra vida cotidiana. No obstante, aún podemos encontrar debates enérgicos, desde un enfoque binario, en torno al valor material, simbólico y cultural de la naturaleza de lo uno y de lo otro; como si se pudieran separar. Lo que sigue son reflexiones y argumentos sobre el valor intrínseco de la producción digital en la cultura.
El pasado mes de diciembre se celebró Expanding the margins, un congreso internacional de investigación en diseño, organizado desde el Grupo de Investigación Mediaccions y los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC. En este artículo hablaremos de una de las temáticas que se abordaron, la relación del diseño con la salud y el bienestar, y lo haremos surfeando aspectos como el codiseño, el diseño colaborativo, la escucha activa, los estigmas y la sensibilización.
«¿Están tocadas de muerte las redes sociales?». Con esta provocativa, a la par que sugerente pregunta, la periodista e investigadora Susana Pérez Soler me invitó a unirme a un debate asíncrono impulsado por la revista Barcelona Metròpolis y centrado en el rol que actualmente ejercen estas populares plataformas digitales en nuestra sociedad. Bien arropado por ocho especialistas del ámbito a quienes sigo y admiro desde hace tiempo, acepté el reto.
Desde 2020, junto con Elisenda Ardèvol y Sandra Martorell, hemos analizado las narrativas sobre la crisis climática, primero en Instagram y ahora en TikTok, ampliando después el equipo con Ona Anglada. Nuestra investigación es principalmente cualitativa y se centra en personas creadoras de contenido medioambiental y/o sostenibilidad en las redes. En este artículo, nos gustaría compartir algunas de las reflexiones y conclusiones extraídas de nuestro trabajo de campo, que pueden ser útiles para las nuevas maneras de comunicar sobre la crisis climática, en relación con un artículo publicado hace unos días en eldiario.es, con el cual intentaremos establecer un diálogo.
La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre de 2024 y el consiguiente nombramiento del propietario de X, Elon Musk, para dirigir una agencia denominada Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) han provocado un nuevo éxodo de esta plataforma. El anterior se produjo en octubre de 2022 tras la compra de Twitter (ahora X) por parte de Musk.
Las cartografías visuales son herramientas que trascienden la representación espacial para convertirse en prácticas reflexivas y transformadoras. Vinculadas a perspectivas feministas, invitan a reinterpretar los territorios como espacios de cuidado, resistencia y colaboración. Este artículo explora cómo estas metodologías integran elementos visuales, colectivos y críticos, cuestionando narrativas dominantes y proponiendo nuevas formas de habitar. A partir de la filosofía de Martin Heidegger, se reflexiona sobre el habitar como un acto de cuidado, construyendo comunidades más justas e inclusivas.
La salud mental y el bienestar emocional son dos conceptos que van de la mano para comprender cómo nos sentimos, pensamos y actuamos en nuestra vida diaria. Representan un estado de armonía donde una persona reconoce sus capacidades, y puede desarrollar sus habilidades cognitivas y emocionales, vivir en sociedad y afrontar las exigencias del día a día. No se trata solo de evitar una dolencia mental, sino de ser capaz de gestionar los desafíos cotidianos, el estrés y mantener relaciones satisfactorias y un trabajo productivo.